SOBRE GÉNEROS PROFANOS del Siglo XVI

Poco a poco vamos a ir estudiando obras del Renacimiento que serán catalogadas como villancicos, madrigales, chanson, lieder renacentistas, canciones u otras

Las denominaciones son diferentes porque provienen de espacios geográficos distintos, pero tienen numerosos aspectos en común:

1. Los textos son profanos, esto significa que, aunque a veces refieran a temas religiosos, nunca son litúrgicos, es decir que nunca son cantados dentro de la iglesia como parte de la liturgia o del oficio religioso. Los textos suelen tener diferentes temáticas: amor serio o triste en el cual se llora el triste (y tal vez merecido)abandono de la amada (Ej. Weep O Mine Eyes de John Benet), amor picaresco (Fiez-vous y si vous voulez de Janequin) en el cual se expresa que si te casas con esa chica te hará cornudo, de caballeros andantes (Por unos puertos de Juan de Lencina) que recorre montañas oscuras, de batallas (La Guerre de Janequin), etc. (si no conocés estos temas buscalos en youtube y escuchalos)

2. En general la estructura sintáctica es en versos que configuran estrofas (de variados números de versos), algunos tienen estribillo (de 1, 2,3 o 4 versos que se reiteran) alternando con estrofas a las cuales se les compone otra música. La forma ABACADA, llamada Rondó, del texto suele tener un correlato musical que no es igual, ya que la música de la copla no cambia: ABABABA. Otros, pueden ser poemas sin estribillo reiterativo. La característica importante es que tanto los madrigales, como la chanson, los villancicos, etc, NO TIENEN UNA FORMA MUSICAL O LITERARIA DEFINIDA y admiten múltiples formas.

3. Todos intentan expresar con la música elementos extra musicales, ya que el compositor dibuja con las alturas, ritmos, carácter, tempi y otros aspectos aquello a lo cual refiere extra musicalmente. En Weep O Mine Eyes escuchá como caen las lágrimas con los motivos descendentes y sentí el dolor que producen las disonancias, en Fiez-vous y si vous voulez sentí como se burlan del muchacho en la parte donde le dicen coquí que significa cornudo, en Por unos puertos cuando el texto expresa “caminaba el caballero” aumenta la densidad cronométrica y por lo tanto la movilidad rítmica, cuando dice “lastimado de tristura” lo hace con una frase descendente. La Guerre de Janequin está enteramente construida por onomatopeyas que dibujan la batalla de ese entonces: lanzas, clarines, caballos, cañones, gritos de batalla, etc. A estos “motivos” musicales o parámetros que se modifican con la intención de dibujar el significado o semántica del texto, es decir aquellos aspectos extra musicales que el autor desea sonorizar, se les llama “madrigalismas” o “madrigalismos” porque se advierten claramente en los Madrigales. No obstante nosotros los denominaremos así aunque aparezcan en una chanson o en un villancico.

4. Funcionalidades: se usaban para diferentes situaciones, acompañando con música la vida cotidiana y actividades especiales de diferente importancia que vivían los reyes, príncipes, duques y otros nobles junto a los numerosos habitantes ricos del lugar (pueblo o ciudad) que asistían como cortesanos a los distintos eventos que sucedían en los salones de los nobles. Es de suponer que en reuniones sociales de diversión, en las cuales se comía y bebía cantarían Fiez-vous y si vous voulez o también Weep O Mine Eyes, Por unos puertos o La Guerre en distintas cortes de diferentes reinos, pero algunas son para acompañar en el dolor la ruptura de un amor, otras para contar la historia de los caballeros andantes que iban de lugar en lugar aventurándose a diversas situaciones, y para burlarse de alguien en especial que había sido engañado por su pareja . Algunas de estas canciones no eran un mero entretenimiento, sino que tenían otra funcionalidad, tal como relatar los hechos sucedidos en la batalla de Marignam que acaeció verdaderamente en 1515 (entre franceses y venecianos) o la conocida canción Triste España sin ventura escrita por Juan del Encina para acompañar los funerales de un joven y amado príncipe.

5. Músicos instrumentistas y cantantes. Espacio acústico. Los músicos de la corte vivían dentro del espacio del palacio, castillo o residencia del noble que los protegía, era un compositor e instrumentista o cantante, algunos cantantes (también llamados madrigalistas) cuyo número dependía de las riquezas de las que disponía el noble (rey, conde u otro) pero en general eran tres, cuatro o cinco, todos hombres. El compositor, quien normalmente tocaba un instrumento armónico para apoyarse, componía la obra en una partitura, pero a los cantantes les portaba su particella. Todo ésto en manuscrito. Ensayaban a diario, coordinados por el compositor – director, montando las obras y probando diferentes interpretaciones. Luego interpretaban la obra en eventos diferentes frente al público (nobles y cortesanos) en los salones adecuados para tales fines, a veces mientras se comía y bebía. Los espacios no eran de grandes dimensiones como los teatros o auditorium actuales, por lo que no se necesitaba un enorme caudal de voz, ni una gran intensidad instrumental para expresar la música de ese tiempo.

En el Renacimiento los coros no existían como tales y los directores tampoco, en el sentido actual. El director coral hoy tiene un doble rol: estudiar previamente, montar las obras acercándolas a su imagen interpretativa y utilizar técnicas gestuales para interpretarlas. En tal época los compositores eran quienes montaban las obras y corregían la interpretación, participando en ellas activamente, como intérpretes. A la hora de interpretarlas públicamente, daban las entradas y organizaban la música con gestos hechos con la cabeza, brazos, etc, en la misma medida en que cantaban y/o tocaban.

Se preguntarán ¿Qué haremos nosotros para dirigirlas en la actualidad? Algunas respuestas estarán en el apunte, a continuación, denominado “Dirección de géneros profanos del Siglo XVI”, otras nos llevarán más tiempo.

Te invito a escuchar, al menos, las obras mencionadas hasta aquí. Hay muchas versiones en youtube.

DIRECCIÓN DE GÉNEROS PROFANOS DEL SIGLO XVI

Sabemos que estas obras no se dirigían en el sentido actual, sino que sólo se mantenía el rol del director - compositor como preparador y coordinador del grupo. Esto era posible porque llegaban a las actuaciones con las obras casi de memoria y ensayaban muchísimo en relación a la actualidad, de hecho los músicos vivían juntos y no tenían otra cosa que hacer que ensayar. No se parece a la situación actual, en la que debemos:

a. estudiar la obra, apropiándonos de ella, como si la hubiéramos compuesto nosotros (con la guía analítica dada y planificando la gestualidad)

b. armar un plan de ensayo eficiente.

c. ser sintéticos y precisos en consignas pre elaboradas para lograr sacarle el jugo al poco tiempo de ensayo.

Existen diversas propuestas, explicaré 2 de ellas:

1. Marcar todo con tactus (el tactus siempre se marca hacia abajo) sea éste binario o ternario.

2. Ordenar los tactus de acuerdo al fraseo de la obra para ser marcados con orientaciones iguales a los compases actuales, es decir no siempre para abajo, sino con esquemas de compás. En síntesis, marcaremos, con el dibujo de los compases actuales, pero sin tener en cuenta el acento métrico, más de un tactus que reuniremos de acuerdo a la expresión de la música.

Para ambas propuestas estudiaremos los gestos:

- Cuán impactado debe ser el gesto de acuerdo a la articulación y si debe tener rebote o no

- Qué tamaño tendrá nuestro gesto. Cuán grande o pequeño de acuerdo con la dinámica previamente establecida por nosotros.

- Qué velocidad tendrá en relación al tempo preestablecido. Aspecto vinculado al carácter de la obra.

- Qué rol asignaremos a cada mano de acuerdo con las necesidades expresivas nuestras y el lenguaje del compositor.





Última modificación: lunes, 6 de abril de 2020, 17:33