Contradiseño
1. Presentación
Período de cuestionamientos y de cambios.
El escenario principal se ubica
en Italia, donde un grupo de jóvenes diseñadores y críticos -entre los que se
cuentan Alessandro Mendini, Ettore Sottsass,
Andrea Branzi, Ugo La Pietra, etc.- reclamaban la necesidad
de redefinir el rol que le competía a los diseñadores en el vínculo con la
industria. La situación de los empresarios resultaba cada vez más floreciente
debido a que las buenas condiciones económicas acrecentaban las posibilidades
adquisitivas de la sociedad. Este grupo, llamado Radical Design (Contra
Diseño o Anti Diseño), reclamaba la necesidad de priorizar
la creatividad, enfatizando los aspectos comunicativos de los productos
por sobre los funcionales, técnico-productivos y económicos. Sostenían que el
diseño debía ir más de allá de los requerimientos mercadotécnicos y de los
intereses empresariales, entendiendo que los productos también debían coadyuvar
a promover cambios en los comportamientos de los individuos sin las ataduras de
las modas impuestas por los mencionados intereses y superando a la vez la
concepción "dogmática" del diseño racionalista.
Mientras el Modernismo era tipificado dentro de las nociones de la
permanencia, el Anti-Diseño se identificó con la idea de la “efimeridad” del
Pop, ( como se dejó ver en la Bienal de Venecia de 1964 ) el consumismo y el
lenguaje propio de los medios masivos de comunicación; mientras la paleta de
color del Modernismo mutaba hacia la prevalencia del blanco, el
negro y los grises, el Anti-Diseño le daba riqueza al potencial del color;
mientras del Modernismo admiraba las propiedades de la integridad del material,
el Anti-Diseño exploraba el ornamento y la decoración. (Lidia SAMAR – 2004).